Entrevista a Angel Jorge Clavero
Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones
Mucho se ha hablado y escrito de la masonería, una fraternidad que lleva vastos años de actividad en el mundo. Se la ha señalado como el germen de la Revolución Francesa y la responsable de los movimientos emancipadores de América entre los siglos XVIII y XIX.
Le son adjudicados nombres destacados del quehacer nacional, como así también un halo de misterio y misticismo que rodea las prácticas ancestrales, ritualistas y exclusivas de sus miembros. Hoy acercan a la sociedad su pensamiento filantrópico y libertario a través de los medios electrónicos en forma más efectiva y desmitificante, mostrando una institución activa y en expansión.
En nuestra provincia funcionan cuatro Logias que responden a la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones; estructuradas bajo la legislación masónica que las rige a todas, aunque con características particulares de acuerdo a las corrientes internas en las que se enmarquen.
Y con motivo de la renovación anual de autoridades, tuve el gusto de conversar con el Gran Maestre Angel Jorge Clavero, quien amablemente accedió a la entrevista que a continuación reproduzco.
Aquí en Salta, ¿cómo se desarrollan las actividades en relación a otras sedes en el país?
Bueno, la Masonería desarrolla su actividad en todo el ámbito de la Argentina de la misma manera; es decir, trabajamos en Logias, que son grupos humanos de 30 o 40 personas a las que nosotros llamamos “Hermanos”, y allí desarrollamos temas que tienen que ver con el ser, el conocer y el valer. La Masonería es una escuela de vida, un organismo, una institución que enseña, por lo general, a los hombres a pensar libremente. Es decir, alejados de todo dogma.
En su momento, la Masonería estuvo un tanto oculta en cuanto a sus actividades. Se decía que era una sociedad secreta –hoy en día se habla de sociedad discreta- y, quizás, el avance de los medios de comunicación han logrado este acercamiento del pensamiento masónico al público en general…
Si, justamente hubo una época en la historia argentina -y también en el ámbito universal- donde la Masonería se constriñó en sus talleres de ideas o Templos, como los llamamos nosotros. Pero ahora, con el avance de las comunicaciones, estamos saliendo otra vez y llevando a la institución a la altura de los tiempos en que vivimos. En la época de las comunicaciones, la Masonería Argentina y el movimiento masónico universal tienen también que expresar sus ideas libremente.
El libre pensamiento masónico los ha llevado a ciertos enfrentamientos con la Iglesia Católica a lo largo de los años. En un momento, inclusive, aquellos que participaban en sus Logias fueron excomulgados. ¿Cómo está la relación actual?
Los tiempos, por supuesto, han cambiado. Tenemos relaciones con todas las instituciones públicas en Argentina, pero seguimos defendiendo la capacidad del hombre de pensar libremente, alejado de todo dogma.
¿Todavía existen muchos mitos en cuanto a la Masonería?
En la medida en que nosotros vamos trabajando y acercándonos a los medios esto va desapareciendo. Por supuesto que si, todavía deben quedar algunos mitos pero, exponiéndola al conocimiento popular, se van desvaneciendo.
La Masonería le ha dado al país grandes figuras en lo político, lo religioso, lo militar y lo cultural: Domingo Faustino Sarmiento, José de San Martín, o gente de las letras como José Hernández y una importante cantidad de presidentes, solo por nombrar…
Exactamente, hemos tenido 14 presidentes y 7 vicepresidentes, además de ministros, hombres de la educación, de la cultura y las letras… Por ejemplo, San Martín tenía integrados a todos sus oficiales a la Logia Lautaro, desde donde surgieron las ideas de la liberación y emancipación de América.
Y están presentes en el país desde hace muchos años…
La Masonería Argentina está oficialmente presente desde 1858 cuando se crea la Gran Logia de la Argentina con el nacimiento de 7 Logias que se juntaron y fundaron la Federación de Logias, como se la llamó, conformando la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones. Pero el movimiento masónico ya venía desde antes porque los inmigrantes que llegaban al país traían estas ideas.
¿Cuáles son los requisitos y las formas de contacto para quienes estén interesados en ingresar?
Para ingresar, nuestra legislación solo admite a personas libres y de buenas costumbres. Libres, en el sentido de libres de todo dogmatismo; hombres capaces de pensar libremente. Y de buenas costumbres; personas que tengan su familia, su trabajo y una forma de vida normal. Y para acercarse lo pueden hacer o bien por una amistad que pertenezca a la masonería o pueden hablar por teléfono a nuestra sede central, por mail o a través de nuestra pagina en Internet.
Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones
Mucho se ha hablado y escrito de la masonería, una fraternidad que lleva vastos años de actividad en el mundo. Se la ha señalado como el germen de la Revolución Francesa y la responsable de los movimientos emancipadores de América entre los siglos XVIII y XIX.
Le son adjudicados nombres destacados del quehacer nacional, como así también un halo de misterio y misticismo que rodea las prácticas ancestrales, ritualistas y exclusivas de sus miembros. Hoy acercan a la sociedad su pensamiento filantrópico y libertario a través de los medios electrónicos en forma más efectiva y desmitificante, mostrando una institución activa y en expansión.
En nuestra provincia funcionan cuatro Logias que responden a la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones; estructuradas bajo la legislación masónica que las rige a todas, aunque con características particulares de acuerdo a las corrientes internas en las que se enmarquen.
Y con motivo de la renovación anual de autoridades, tuve el gusto de conversar con el Gran Maestre Angel Jorge Clavero, quien amablemente accedió a la entrevista que a continuación reproduzco.
Aquí en Salta, ¿cómo se desarrollan las actividades en relación a otras sedes en el país?
Bueno, la Masonería desarrolla su actividad en todo el ámbito de la Argentina de la misma manera; es decir, trabajamos en Logias, que son grupos humanos de 30 o 40 personas a las que nosotros llamamos “Hermanos”, y allí desarrollamos temas que tienen que ver con el ser, el conocer y el valer. La Masonería es una escuela de vida, un organismo, una institución que enseña, por lo general, a los hombres a pensar libremente. Es decir, alejados de todo dogma.
En su momento, la Masonería estuvo un tanto oculta en cuanto a sus actividades. Se decía que era una sociedad secreta –hoy en día se habla de sociedad discreta- y, quizás, el avance de los medios de comunicación han logrado este acercamiento del pensamiento masónico al público en general…
Si, justamente hubo una época en la historia argentina -y también en el ámbito universal- donde la Masonería se constriñó en sus talleres de ideas o Templos, como los llamamos nosotros. Pero ahora, con el avance de las comunicaciones, estamos saliendo otra vez y llevando a la institución a la altura de los tiempos en que vivimos. En la época de las comunicaciones, la Masonería Argentina y el movimiento masónico universal tienen también que expresar sus ideas libremente.
El libre pensamiento masónico los ha llevado a ciertos enfrentamientos con la Iglesia Católica a lo largo de los años. En un momento, inclusive, aquellos que participaban en sus Logias fueron excomulgados. ¿Cómo está la relación actual?
Los tiempos, por supuesto, han cambiado. Tenemos relaciones con todas las instituciones públicas en Argentina, pero seguimos defendiendo la capacidad del hombre de pensar libremente, alejado de todo dogma.
¿Todavía existen muchos mitos en cuanto a la Masonería?
En la medida en que nosotros vamos trabajando y acercándonos a los medios esto va desapareciendo. Por supuesto que si, todavía deben quedar algunos mitos pero, exponiéndola al conocimiento popular, se van desvaneciendo.
La Masonería le ha dado al país grandes figuras en lo político, lo religioso, lo militar y lo cultural: Domingo Faustino Sarmiento, José de San Martín, o gente de las letras como José Hernández y una importante cantidad de presidentes, solo por nombrar…
Exactamente, hemos tenido 14 presidentes y 7 vicepresidentes, además de ministros, hombres de la educación, de la cultura y las letras… Por ejemplo, San Martín tenía integrados a todos sus oficiales a la Logia Lautaro, desde donde surgieron las ideas de la liberación y emancipación de América.
Y están presentes en el país desde hace muchos años…
La Masonería Argentina está oficialmente presente desde 1858 cuando se crea la Gran Logia de la Argentina con el nacimiento de 7 Logias que se juntaron y fundaron la Federación de Logias, como se la llamó, conformando la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones. Pero el movimiento masónico ya venía desde antes porque los inmigrantes que llegaban al país traían estas ideas.
¿Cuáles son los requisitos y las formas de contacto para quienes estén interesados en ingresar?
Para ingresar, nuestra legislación solo admite a personas libres y de buenas costumbres. Libres, en el sentido de libres de todo dogmatismo; hombres capaces de pensar libremente. Y de buenas costumbres; personas que tengan su familia, su trabajo y una forma de vida normal. Y para acercarse lo pueden hacer o bien por una amistad que pertenezca a la masonería o pueden hablar por teléfono a nuestra sede central, por mail o a través de nuestra pagina en Internet.
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